SALUD
El Dolor
Por Daniela Reul , Julio 2016


Existen diferentes tipos de dolor. Dentro del dolor físico existe el instintivo, que hará que quites la mano al tocar algo caliente, y también existe el dolor mental, que es el que vamos aprendiendo. Por ejemplo, cuando somos niños, y nuestra mamá nos dice “ponte el suéter hace frío!” o “no te subas ahí te vas a caer!”. Esas son formas de condicionar a nuestro sistema inmunológico, ya que, sentir frío, es algo subjetivo para cada quien y la advertencia genera un estado de alerta en el subconsciente que podría transformarse en miedo, creando una alerta para el sistema inmune el cual comunicará a la mente, “¿realmente quiero arriesgarme a sufrir, a sentir dolor?” El sistema inmune esta a cargo de que no sintamos dolor en lo absoluto y hará lo que sea para evitarlo. El dolor es un alerta del cuerpo, que sin ella no podríamos sobrevivir.
Cuando somos adultos, ya sabemos qué nos provoca dolor –al menos el dolor físico– porque cuando fuimos bebes aprendimos ese lenguaje poco a poco por medio de la experiencia, siendo por medio de nuestros sentidos que vamos conociendo el lenguaje del mundo a nuestro alrededor. Las enfermedades también cargan un lenguaje. No es casualidad que nos de colitis o diarrea cuando hacemos un coraje, o que de los nervios te den muchas ganas de hacer pipi. Pero ese tipo de reacciones no son tan claras como decir “ no voy a tocar eso porque ya se que me voy a quemar”.
El dolor se presenta en nuestra vida como una enseñanza; es el limite que nos mantiene en equilibrio. Cuando lo sentimos, sabemos que algo estamos haciendo mal y que necesitamos averiguar qué es para volver a nuestra armonía. Así como el dolor es un limite que nos mantiene vivos, una enfermedad nos invita a descubrir otra parte de quienes somos. Yo se que en el momento no se siente así, pero cuando desciframos el mensaje de nuestra enfermedad y le damos sentido nos libera de la agonía de no entender el sufrimiento que guardamos.


SALUD
Las Enfermedades
Por Daniela Reul , Julio 2016


Para poder entender lo que es la medicina, primero hay que entender lo que es una enfermedad. La palabra enfermedad deriva del latín infirmus, que significa “falta de firmeza”. Comúnmente nos enfermamos debido a una falta de fortaleza en nuestro sistema inmunológico, lo cual, nos vuelve vulnerables a cualquier tipo de enfermedad. Pero, ¿porque existe esa baja de fortaleza inmunológica? Dentro de la historia de la medicina y el hombre, vemos que una enfermedad no solo provenía de un estado físico, sino que también, emocional, mental, espiritual y astral; que era el estado físico del cuerpo simplemente reaccionando a los estados mentales y emocionales de las personas. Como cuando piensas en el jugo de limón y tu boca se llena de saliva o cuando te sientes triste, y tus ojos lloran.
Una enfermedad es un simple desequilibrio de los estados emocionales, mentales y espirituales de una persona que se manifiestan en el cuerpo físico. Una enfermedad es una manera de que tu cuerpo te está diciendo que hay algo en desequilibro que necesitas cambiar; la cura es tener el coraje de hacerlo. Tener salud es ponerte con firmeza los zapatos de quien realmente eres y salir a la vida con certeza, con el corazón abierto y con la mente clara.
La medicina alópata te quitara tus males para no tener que lidiar con ellos. La medicina natural te libera de tus males para poder seguir evolucionando. La medicina natural no es una alternativa, es una forma diferente de vivir la vida.
En esta columna los invito a conocerse un poco más, al final del día, el viaje de la vida es hacia uno mismo; he ahí donde se encuentra el fuego del espíritu hirviendo el agua de nuestras emociones, creando el aire de nuestra mente para solidificarlo en la tierra de nuestro cuerpo, usando como guía, nuestro mapa astral.
